miércoles, 17 de agosto de 2011

VERANO EN EL PIRINEO ANDORRANO

Aprovechando las vacaciones de verano, nuestro grupo senderista ha organizado un viaje al Pirineo andorrano. A continuación la crónica de lo que han sido estos estupendos días.

DIA 1 DE AGOSTO: Parque Natural del Valle de Sorteny

Tras nuestra llegada al Hotel Tristaina el domingo día 31, pudimosl comprobar que el chollo, de entrada, era real; al menos el hotel existía y su gerente, Toni, nos recibió estupendamente y el entorno, un amplio valle pirinaico surcado por un río de aguas cristalinas y con frondosos bosques en las laderas de las montañas, superaba nustras espectativas. Quedamos emplazados para el lunes a las 9 de la mañana para hacer la primera excursión por el valle de Sorteny, uno de los dos Parques Natriurales que tiene Andorra.
A la hora fijada partimos en coches particulares hasta el aparcamiento del parque. Desde allí iniciamos una senda que suavemente nos fue adentrando en el Parque. Tuvimos la oportunidad de conocer las principales especies vegetales de la región en un pequeño pero cuidado jardin botánico. La subida cotinuó hasta el Estanys de L'Estanyó. Desde allí volvió el resto del grupo. Los de la Verea, que les supo a poco la caminata, siguieron por su cuenta hasta el collado de Coma Obaga, para regresar de nuevo al lago donde almorzamos unos "suculentos" bocadillos. Tras la cena celebramos el cumpleaños de nuestra compañera María.
Fotos de esta excursión

DIA 2 DE AGOSTO: Lagos de Tristaina
La excursión del segundo día nos llevaba a los Estanys de Tristaina, tres lagos situados a unos 2300 m de altitud. La subida partió de la estación de esquí de Vallnord, donde no había nada construido, tan solo aparcamientos y los remontes (demasiado tarde para aprender nosotros que hemos urbanizado nuestra sierra). El ascenso no presentó demasiada dificultad y en dos horas habíamos dado vista al primer lago, a una altura de 2250 m, que es el más pequeño y que tiene las aguas más azules . Una de las excursionistas se atrevió a darse un baño en un agua bastante fría. Continúamos hasta el tercero, el más grande y espectacular. a 2330m, situado en un entorno glaciar de alta montaña.Sus aguas son oscuras y frías.
El regreso fue bastante precipitado pues empezaron a caer unos gruesos goterones que no auguraban una bajada tranquila. Aparecieron las capas y los chubasqueros pero la lluvia duró poco, lo que nos permitió un descenso tranquilo.
Para ver las fotos pincha aquí.

DIA 3 DE AGOSTO: Port de Siguer
Este día nos presentaron dos alternativas de excursión: Una que nos llevaría al Port de Siguer (2395 m), en la frontera con Francia, y otra por el Valle de Ordino, que era la comarca donde estaba el hotel. La Verea, como es habitual en estos casos, se dividió en dos grupos y como este relator eligió la primera alternativa, las fotos pertenecen a la misma.
Partimos desde el aparcamiento del P. N. de Sorteny y subimos por una empinada loma cubierta por un espeso y magnífico bosque oceánico. Pronto encontramos el río Rialb, por cuyo valle continuó la ascensión. A medida que tomábamos altura iban desapareciendo los árboles, apareciendo la pradera.
Una parada en el refugio de Rialb y a continuar ascendiendo hasta el Port de Siguer. Desde este puerto, fin de la ruta, se divisaba intermitentemente a causa de la niebla el Etang Blaou, ya en suelo gabacho. Algunos no pudimos resistir la tentación de bajar hasta el lago y hacernos la foto pertinente.
El regreso fue por la misma senda y esta vez no quisimos renunciar a llegar con tiempo de tomarnos una merecida cerveza en la terraza del hotel.
Para ver las fotos, pincha aquí.

DIA 4 DE AGOSTO: Refugio de Coma Pedrosa

Esta era la excursión estrella de nuestra estancia en Andorra pues era la más larga y transcurría por el Parque Natural de Coma Pedrosa de bastante fama por la belleza de sus paisajes.
Salimos del pueblo andorrano de Arinsal (1550 m), donde habíamos dejado los coches. El camino se presentaba bastante empinado y transcurría por medio de un frondoso bosque. Pronto nos encontramos con el río Coma Pedrosa que atravesamos por un puente. Fue el inicio de la primera gran dificultad, ya que a partir de aquí la subida se hizo tortuosa y con fuerte pendiente. Llegamos al Puerto de Coma Pedrosa dando vista a un hermoso valle atravesado por el río. Para llegar al refugio (2272 m) aún tuvimos que superar casi un centenar de metros de desnivel. Una vez allí, fin de la excursión oficial, nos tomamos un pequeño descanso. Habíamos superado un desnivel de 700 m en poco más de dos horas.
La Verea tenía que dejar su pabellón bien alto en aquel minúsculo país y decidió continuar el sendero que llevaba al Estany Negre, cerca de la cumbre del Pico de Coma Pedrosa, el más alto de Andorra, a 2992 m.
Desde el refugio la mayoria del grupo volvimos a bajar al puerto para encarar el valle siguiendo el cauce del río. Elena y Pepe Monte decidieron tomar otra verea para hacer honor a nuestro nombre (lo normal, ¿no?). Cuando llegamos al final del valle comenzamos otra abrupta aunque cómoda subida por un sendero entre grandes pedregales. Poco después llegamos a un pequeño lago que rodeamos por la derecha. Desde aquí ya veíamos la cima del Coma Pedrosa.Continuando el camino un poco descubrimos el Estany Negre, un lago bastante grande de agua azul cristalina (2.600 m). Eran alrededor de las tres de la tarde, estábamos sin comer y algo cansados. Junto al lago, los paupérrimos bocadillos que nos había preparado Toni nos supieron a gloria. Pepe Montes hasta se calzó una profunda siesta, como se puede apreciar en las fotos.
El regreso, practicamente todo descenso, fue más rápido y a las siete estábamos cogiendo los coches de regreso.
Por la noche en el hotel celebramos la entrada oficial de Elena en La Verea, a lo que accedimos gracias a lo convincente de sus argumentos: degustación de un buen chocolate y varias botellas de champan.
Para ver las fotos, pincha aqui.

sábado, 25 de junio de 2011

CERRADA DE ELIAS-NACIMIENTO DEL BOROSA-LAGUNA DE VALDEAZORES

Finalizamos otra temporada mas del grupo de La Verea, y esta vez escogimos como cierre la Sierra de Cazorla. Es la primera vez que la visitamos como grupo, y deseamos volver lo antes posible.

Queremos que la excursión de cada final de temporada reúna determinados requisitos, como es hacerla asequible a todos los públicos, que tenga algo especial, que sea atractiva, y que sirva de encuentro festivo para todos los que en mayor o menor medida nos hemos encontrado durante todo el año andando por los montes y caminos.Ya sabemos que el monte no solo son las montañas, los colores, el frio, el calor, el viento…sino también la conversación y los amigos.

Hemos acertado con la ruta del Rio Borosa. Tiene ese algo especial que los de La Verea vamos buscando, como ese el rio con sus aguas puras y cristalinas, que nos acompaña durante todo el trayecto, manso en ocasiones, impetuoso en otras, desbocado en cascadas de todas las formas, frescas y hermosas pozas, puentecillos de cuento que lo cruzan, frondosos bosques, canales, túneles oscuros como la boca lobo, embalses, lagunas, y hasta una zorrilla que comió de la mano de Juande, tan solo esto hubiera bastado para justificar todo el viaje, pero la naturaleza fue mucho más esplendida, y nos regaló un baño espectacular en la Laguna de Valdeazores, y otro en la poza de la cascada de los Organos, y otro en otra poza de aguas verdes cristalinas. Y que me decís del agua del nacimiento del rio Borosa, pura y fresca, ¡ qué agua más rica bebimos ¡.

La ruta la iniciamos veinticinco participantes, y todos la acabaron, recorriendo unos veintidós kilómetros aproximadamente entre ida y vuelta.

La primera parte transcurrió por una pista forestal junto al cauce del rio, uniéndose al poco a nuestra derecha un arroyo en forma de tobogán, que daban ganas de tirarse. Al rato cruzamos el rio por el primer puente llamado de los Caracolillos, continuando por la derecha del rio. Una vez pasado otro puente, dejamos la pista para tomar a nuestra derecha la senda que se inicia en el paraje denominado Vado Rosales, entrada natural a la Cerrada de Elias, que es un encañonamiento natural del rio, en donde Antonio Domingo nos hizo observar la planta carnívora, llamada Pinguicula Vallisneriifolia, que crece en los roquedos húmedos del rio, y se alimenta de pequeños insectos. Al final de la Cerrada desembocamos de nuevo en la pista, que recorremos hasta llegar a la Chorrera de los Organos, un salto de agua que, al parecer, es el sobrante que no se utiliza en la central eléctrica que nos encontraremos mas adelante. Al pie de la Chorrera el primer descanso formal, con frutillas. Algunos ascienden a la base de la chorrera para contemplar la espectacular caída del agua, que se va pulverizando en su trayecto y nos deja empapados.

Continuamos nuestro camino, y pasamos junto a la central eléctrica, para emprender la parte mas dura y espectacular del recorrido, ya que comienza una senda que, en pronunciado ascenso, nos lleva hasta la cascada de los Organos. Cascada espectacular, donde se precipita el recién nacido Rio Borosa, por donde en su dia los leñadores lanzaban los troncos de árboles para hacerlos descender por el cauce del rio hasta conducirlos a zonas ferroviarias para su transporte. Parece que el nombre de la cascada proviene del ruido que hacían los troncos al golpear con las rocas. Por la izquierda de la Cascada sigue ascendiendo nuestra ruta, con descanso en alguna húmeda y fresca oquedad, para remontar unas repisas de caliza que dan acceso a los túneles por los que discurren los canales que llevan el agua a la central eléctrica. De vez en cuando se abría alguna ventana al vacío y dejaba entrar un chorro de luz, que facilitaba el paso.

Pasamos la Laguna de Aguas Negras y a un kilometro, que nos parecieron tres, llegamos a la meta de nuestra ruta, la laguna de Valdeazores, donde ocurrió el encuentro con la zorrilla.

La vuelta por el mismo camino, con la variante de acercarnos hasta el nacedero del Rio Borosa, y algunos chapuzones.

No quiero terminar esta crónica sin antes agradecer a todos los participantes de “Por donde va la Verea” su entusiasmo en todas las excursiones de la temporada, el buen humor y ambiente que traen consigo, el esfuerzo de todos para que las cosas salgan bien, a Juande, Toñi, y Antonio por sus magnificas fotografías, a José Antonio Mesa, por la creación y mantenimiento de nuestro Blog, a todos los que han guiado y organizado excursiones y viajes, a los cronistas, a los conductores,…recordamos también a los que quisieran venir a las excursiones y no pueden, Isabel en Alemania, Isidro en Malapatia, … En fin, gracias a todos y cada uno por hacer de La Verea que sea un grupo humano agradable.

La temporada ha llegado a su fin, pero no debemos olvidar que La Verea ha organizado un viaje a Los Pirineos en agosto, por lo que no cabe la relajación, este mes de julio hay que subir a Sierra Nevada cuantas veces se pueda y entrenar, lo que no quita que estemos al loro de los festivales de verano, buena musiquita y buen ambiente.

Lo dicho, veredistas, muchas gracias y nos vemos la temporada que viene, con nuevos proyectos.

Salud

Crónica: JA Mazuecos
Fotos: A. Domingo

sábado, 11 de junio de 2011

A los Lagunillos de la Virgen

Esta semana tocaba Lagunillos.Había ganas.A la cita tempranera no aparecen ni Pilar -justificada- ni María,¡ donde te metes ?.A Jamesa se le quedan las llaves dentro del coche y vuelta a casa El y Yo desde los Pinillos, a recoger una copia,normal, si no, no seríamos nosotros.Tiran para arriba los demás y Pepe y Juande nos esperan en la Hoya de la Mora para reservar un aparcamiento.

Las primeras rampas y en frío, sacan el sudor a relucir. El Valle del San Juan a nuestra izquierda, la Virgen de las Nieves a la derecha y en un pis -pas estamos en el cruce de Borreguiles.Cuando miramos hacia arriba buscando a los demás,lo primero que vemos,unos machos monteses y ellos mas arriba, una vez mas se habian equivocado de verea. Normal.Quince desperdigados cada uno por un sitio.Pronto nos "arrejuntamos " en el Collado del radiotelescopio , un trago y ya no dejamos de pisar nieve. Los primeros lagunillos,riachuelos por doquier, vistas únicas y el tiempo acompañando, ¿ que mas podemos pedir ?.Llegamos a Las Yeguas que con sus aguas azules y témpanos de hielo en su interior nos impactan. La nieve con un velo oscuro de tierra,nos delata los fuertes vientos que este paraiso ha soportado en la primavera que se nos va.Mariló y Encarna deciden que ya han dejado algunas grasas y vuelven para esperarnos en los coches.Los demás tras una pequeña empalizada y mirando al cielo con amenaza de lluvia y niebla,damos vista a los lagunillos de la Ermita con el Frailecillo de Capileira y el Cartujo como testigos -aquí en los llamados Tajos de la Virgen, cuenta la leyenda que se apareció la Virgen al comendador de Válor, de ahí su nombre -mudos observando nuestra pericia bajando sobre la nieve.En las pocas rocas que quedan al decubierto nos preparamos nuestro comedor. Pepe nos sorprende y obsequia con una botella de buen vino y Toñi haciendo a....fotos por doquier embelesada por la belleza con que nos obsequia la naturaleza. Comemos con el valle del Dílar a nuestros piés,los prados de la Ermita y el Observatorio como testigo de nuestra visita.La vuelta como cabras saltando rocas ,riachuelos de agua en cascada, y todos pensando en remojar la garganta y el tapeo de " la Toñi ".Otra jornada mas en la que el disfrute ha sido nuestro sino.


Crónica: Antonio Domigo
Fotos: Toñi, Juande y Antonio

sábado, 14 de mayo de 2011

Excursión por Algarinejo.

Desde un principio hemos dejado bien claro la filosofia que impregna este grupo: la variedad de opiniones. Desde el punto de salida en Granada, hemos escogido tres opciones distintas para llegar a nuestro destino, por Puerto Lópe, por Loja, y por Huetor Tajar. Todos hemos llegado. Allí nos esperaba Nuria?, empleada de la oficina de información del Ayuntamiento para explicarnos algo de la ruta que ibamos a realizar. Partimos desde el Museo de las Cuevas, pasando por una antigua fábrica de paños, hoy cerrada, hasta llegar junto al rio Turca, poblado de enormes barbos. Pasamos junto a un cortijo en ruinas que en época árabe fue lugar de tenerias, donde teñian el cuero con la a cáscara de las nueces y lo lavaban en el rio. Nos acompañó hasta cerca de la cascada del Zurreón, y nos indicó la continuación del camino que deberiamos tomar. Preciosa caida de agua entre el encajonamiento del arroyo Zurreón, rodeado de profusa vegetación y roca caliza. Tomamos un recorte del camino para coger la via pecuaria que nos llevaria hasta la aldea y ermita de San Sebastian. Aquí hubo los consabidos dimes y diretes, que si es por aquí, que si es por allá, hasta que dimos con la senda, y a un buen vecino que nos confirmo la buena elección que habiamos hecho. Venga, loma para arriba, bien empinada. Otro cruce de caminos y errónea elección, vuelta atras, unos que se van a recortar, otros por el camino, que si sa perdío Mariló, que donde está Noviembre, y Julio tampoco está, por fin aparacen por lo alto del camino. Ya estamos todos encontrados. Seguimos monte arriba y llegamos a la cortijada de San Sebastian, recibidos por el canto de los perros. Visita a la ermita y descanso para reponer fuerzas.

Volvemos a nuestra senda y enlazamos con la realenga o via pecuaria de Loja a Priego, donde pudimos percibir amplias panoramicas paisajisticas sobre las sierras subbéticas, y continuamos entre olivos. En el camino nos detuvimos bajo una gran encina, y mas tarde sobre una higuera inmensisima (nunca vi una mas grande). Noviembre decidió lanzarse a la balsa por dos veces, ante la natural preocupación de sus dueños.

El camino comienza a descender, y pasamos junto a unos tajos, "Los Tajos de Chite", por donde el agua se despeña en cascadas continuas, tallando la roca caliza en forma de escaleras, una maravilla que me emplaza para una futura visita.

LLegados al rio Pesquera, que va bien servido de agua, lo atravesamos descalzos, y Noviembre vuelve a lanzarse al baño, lo que obliga a su dueño a lanzarse al rio con arrojo y riesgo para su integridad, para que no se lo lleve la corriente a su perrillo fiel, en cuya batalla pierde un calcetín. Pero ha salvado a su perrillo.

Bueno, un esfuerzo final, una corta subida y ya vemos los coches que nos esperan calentitos. Algunillas llegan con una cosecha de esparragos trigueros en sus manos.

Durante todo el camino hemos visto muchisimas flores, de las que desconozco su nombre, salvo las gayumbas, amapolas y retama. Tambien me han ensañado la flor de hipérico.

Las cervezas, las tapas, y la comida en "Casa Paquita", compartiendo la primera comunión de una vecina de Algarinejo. Allí se nos unió el querido famobil, en su versión de ciudadano de a pie.

De vuelta al pueblo se nos unieron Pepe y Nani, y nos fuimos a ver el "Museo de las Cuevas", en el que disfrutamos de la acogida de Guillermo, que nos guió por la historia de la población.

Despedida y cierre. Hasta la próxima.

Cronista: José A Mazuecos

Fotos: Toñi, Juande y JA Mesa


sábado, 30 de abril de 2011

Nacimiento del río Darro (versus Castril)

La excursión al nacimiento del río Castril, al igual que el faldeo de los Alayos, se nos está resistiendo esta temporada. En esta segunda ocasión estaba programada para el sábado 30 de abril y Jorge la había preparado detalladamente ofreciendo dos alternativas: irnos el viernes por la tarde y pasar la noche en Castril o darnos el madrugón (7 de la mañana en la gasolinera de Beas) porque la distancia hasta la zona era considerable.

Pero el mal tiempo vino a introducir un elemento nuevo a la hora de tomar decisiones. ¿La aplazamos? ¿La hacemos así caigan chuzos de punta? ¿Salimos más tarde convirtiendo la excursión en un evento gastronómico para saborear el rico cordero segureño? El debate estaba servido con múltiples y divergentes opiniones (connatural a la verea). Hasta 39 correos se sucedieron en un ejercicio ejemplar de participación y democracia. Sabiamente nuestro guía Jorge supo contentar a todos con una propuesta integradora: no se madrugaba, iríamos al nacimiento de un río y no perderíamos el evento culinario. Su propuesta era quedar a las 12 en la gasolinera de Beas, partir desde la casa forestal los Peñoncillos por el camino de los Bolones a Huétor Santillán pasando por el nacimiento del río Darro (esta fue una lúcida aportación posterior de la guía-consorte Encarna) y comer todos juntos en un restaurante del pueblo. A todos nos pareció una propuesta sensata y se acató por unanimidad.

El día, como habían previsto los tíos del tiempo que cada vez de equivocan menos, amaneció lluvioso pero, a pesar de ello, 18 senderistas se concentraron en la gasolinera dispuestos a no perder la ocasión de disfrutar de la naturaleza y de una cómoda caminata. Entre ellos y ellas Isabel, escapada de Alemania para acompañarnos, María que se incorporaba al ser compatible el nuevo calendario, y Pilar, una amiga suya que se estrenaba en la verea.

El paseo fue agradable; la lluvia, aunque se hizo presente al comienzo, pronto se retiró. Los colores eran de un verde intensísimo y el olor a hierba mojada nos acompañaba. Pudimos contemplar hermosos ejemplares de secuoyas, pinos enormes, encinas en flor… A medio camino descendimos hasta el cauce del Darro guiados clarividentemente por Encarna. El camino transcurrió entonces junto al río entre el bosque de ribera. Para entonces el día se había aclarado y el resto del recorrido fue enteramente gratificante.

Tras la comida, de la que destacaríamos unas deliciosas verduras a la plancha, un paseo por el pueblo para rebajar la ingesta y regreso a Granada. No resultó mal el cambio.


Fotos: JA Mesa

Crónica: El mismo.