La excursión a Laguna Larga habrá que repetirla, pues los de la Verea no logramos culminarla, debido a los contratiempos sufridos en nuestras filas. A Jose Antonio Mesa se le fueron desmoronando por el camino las suelas de sus botas, al contacto con el pedregal, cual queso rallado, obligandole a volver sobre sus pasos antes de tiempo, en compañia de su santa esposa. Proseguimos en busca de nuestra meta, Antonio, Inma y un servidor, pero nos encontramos con el inconveniente de que la verea habia desaparecido, debido, sin duda, a las inclemencias de este invierno, que habia desmoronado la ladera de los montes, y hacia peligrar nuestra integridad físca, si por mor del diablo resbalaran nuestros pies, y nos precipitaramos por aquellos tajos y hondos barrancos.
Finalmente nuestros ojos pudieron posarse sobre Laguna Larga, pero nuestros pies no pudieron hollar sus nieves, ni nuestras manos tocar su fresca agua. La miel en los labios. Volvimos sobre nuestros pasos, a tiempo justo de coger el autobus que nos llevaria de vuelta hasta la Hoya de la Mora. Fueron 9 horas de excursión. Queda pendiente para mejor ocasión.
Fotos: A Domingo
Crónica: JA Mazuecos
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Haz un comentario, te agradecemos tu participación.