sábado, 26 de octubre de 2019

Puerto de la Ragua - Aldeire

Este sábado hemos realizado una de las excursiones otoñales más bonitas de la provincia. Es además una interesante ruta botánica que atraviesa diferentes ecosistemas: el piornal de alta montaña, el pinar de repoblación, el bosque de galería...
Los aguerridos miembros de nuestro club, esta vez secundados por 14 invitados más, desembarcaron en el Puerto de la Ragua a las diez de la mañana y sin grandes demoras iniciaron la ruta. 
La primera parte del sendero, en continuo ascenso,  transcurre por un frondoso bosque de repoblación sin demasiada dureza y que propicia el diálogo y el conocimiento de los nuevos compañeros de aventura.

Alcanzamos el Collado de las Cabañuelas, ya en pleno piornal y con hermosas vistas al nevado Picón de Jeres. Allí hacemos un pequeño homenaje a Francisco Contreras Padilla ‘Súper Paco’, fallecido el pasado 22 de octubre. Tras unas palabras de Isidro recordando a este icono del montañismo andaluz, guardamos un minuto de silencio en su memoria.


A continuación abordamos el siguiente tramo de la ruta, ya siempre en descenso, bordeando el bosque de pinos.

 Después de un rato por este cómodo sendero nos adentramos en el Barranco de los Pasillos, bajando entre pinos y, tras cruzar el arroyo, volvemos a salir por encima de la franja del pinar de repoblación. La vereda llanea en dirección oeste por la Meseta de los Tejos, bajo las cumbres de los Morrones (picos entrañables en invierno para nuestro club), y nos lleva al refugio de pastores de las Chorreras, situado en un prado, bajo los tajos y chorreras del Morrón del Mediodía.


  El refugio se construyó como albergue de los obreros que hicieron la repoblación de estos lugares. Actualmente se conserva en buen estado y limpio salvo un montón de basura apilado en una de las dependencias. ¿Tanto trabajo nos cuesta acarrear nuestra basura?


  En el refugio se inicia el sendero que nos llevará al pueblo de Aldeire.


  Avanzamos por una senda que pronto nos coloca en un cortafuegos, incómodo de andar por la cantidad de piedras. Es la Loma de Las Casillas.


  Llegamos a unas ruinas conocidas como los Corrales de Soleta y allí decidimos hacernos la foto de grupo. Nuestro querido Mazu saca la bandera (no independentista) de La Verea y posamos para los afamados fotógrafos Antonio e Isidro. Bonito recuerdo para la posteridad.


  Ya comenzamos a vislumbrar los colores del otoño que nos embriagarán más adelante. Un álamo solitario intenta imponer su brillante color amarillo al oscuro verdor de los pinos.

 En un vertiginoso descenso nos acercamos al Horcajo,donde confluyen el Barranco de los Tejos con el Barranco de los Pasillos, formando el río Benéjar.


   Y ya estamos en el Área recreativa de La Rosandrá, el lugar de magia otoñal donde se funden los colores de las hojas de los árboles del bosque de ribera con la de los castaños, todavía verdes en el momento actual.


  En lugar de ir por el sendero que transcurre paralelo al río decidimos hacerlo siguiendo el cauce, atravesándolo en ocasiones, escuchando su canto en las diferentes cascadas que nos vamos encontrando.


  Y no pueden faltas las fotos como recuerdo ante tan bellos lugares. Nani, más guapa que nunca, vuelve a acompañarnos después de un tiempo de ausencia.


  Los castaños centenarios (¿o milenarios?) nos van acompañando a lo largo de nuestro caminar por la Rosandrá. Junto al río, en un idílico paraje, hacemos la parada para comer. Los bocadillos se riegan con el generoso vino de las botas de Paco e  Isidro. También Paco nos ofrece esas riquísimas cerezas en aguardiente que tanto acarician nuestro paladar. Y no faltan ni caramelillos de café para terminar el suculento almuerzo. ¿O sí falta algo para terminar un hermoso día?


  El bello pueblo de Aldeire con sus calles moriscas y su esbelta iglesia posiblemente albergue lo que nos faltaba...


Y no nos faltaba agua (el que bebe es novato).... El conductor de nuestro autobús lo pilló desde el principio: aparcó  en la misma puerta del único bar que estaba abierto en el pueblo. Porque faltaba esa exquisita Alhambra especial que es la insignia de nuestra tierra.


¡Ele!

Fotografás: Antonio Domingo
Cronista: José Antonio Mesa
Pincha en cualquier foto para verlas más grandes.