viernes, 6 de junio de 2014

La acequia del Sabinar desde La Cebadilla

Nuestra ruta parte de la central eléctrica de la Cebadilla, en el curso alto del Poqueira, a donde llegamos en coche desde Capileira. El día se presentaba magnífico. Una vez aparcados los coches junto a la  central, cruzamos el río por un puente e iniciamos el ascenso por un sendero empedrado que nos lleva después de media hora hasta una zona más llana.
Pasamos varios cortijos, algunos abandonados, hasta llegar a un cruce de caminos: el de la derecha lleva al refugio del Poqueira y el de la izquierda viene indicado como sendero del Toril.
Comenzamos un ascenso suave hasta llegar a un puente que cruza la tubería y los raíles de la central.
El camino sigue ascendiendo suavemente hasta que llegamos a una zona de desprendimientos de la ladera.
Tenemos entonces que remontar campo a través hasta superar el comienzo de esos desprendimientos. Poco después avistamos la cámara de carga de la central a donde llegamos en el momento justo de reponer fuerzas y tomar algo de comida.

Imprescindible es hacerse la foto del grupo en lo alto del tubo que arranca desde aquí y que desciende hasta la central eléctrica.
La balsa que se conserva en buenas condiciones está rodeada de alambrada. Cruzamos de nuevo el tubo de la central y cogemos la acequia del Sabinar por la que transcurrimos en un paseo agradable hasta llegar al Peñón del Fraile.
Un rápido ascenso nos llevará a un pequeño collado desde donde divisamos una vista impresionante: el valle del río Veleta.
Descendemos por un sendero que nos deja en la presa de toma de la acequia del Sabinar.
 La cruzamos por un pequeño puente metálico e inciamos una vereda que se dirige al valle del río Seco.
Enfrente dejaremos el peñón del Fraile, que no nos pierde de vista. También se aprecia el trazado de la acequia del Sabinar.
Es la hora de almorzar. Encontramos un fresco lugar lleno de arbolado donde rula la bota y damos cuenta de nuestras viandas.
Poco a poco el camino se va haciendo más escarpado hasta llegar a una zona donde el paso ha sido escavado en la roca y un cable de acero nos sirve de seguro ante el impresionante precipicio.
Al fondo se divisa el   río Seco que, pese a su nombre lleva una buena cantidad de agua.
Cruzamos el río sin ninguna dificultad. El calor y el agua transparente nos hace soñar con un baño pero está demasiado fría para nuestros cuerpos serranos.
Nos dirigimos desde aquí por una ascendente vereda al cortijo de las Tomas, donde nos volvemos a encontrar con el sendero que asciende al refugio del Poqueira.
Nos recibe un curioso espantapájaros que con frecuencia renueva su vestuario y que parece llevar una vida algo disoluta.
Desde este cortijo tomamos el sendero de descenso que  nos lleva a la acequia baja que cruzamos y bajamos hasta encontrar de nuevol río Seco, que cruzamos por un pequeño puente.
 Continuamos descendiendo hasta que llegamos al río Veleta que volvemos a cruzar  por un puente existente bajo el frondoso bosque de ribera. Una gran masa de agua proveniente del deshielo de las cumbres baja con una enorme fuerza.
A partir del encuentro del río Veleta con río Seco pasa a denominarse río Nante.  La vereda continúa de manera suave hasta llegar a un cortijo derruido
y después nos conduce de nuevo al encuentro con  el río Nante. 
Cogemos aquí una vereda a mano derecha que asciende por la ladera. Poco después llegaremos de nuevo al cruce del sendero del Toril. Nosotros ahora lo dejamos a nuestra derecha, descendiendo por la misma vereda del principio hasta llegar de nuevo a la central de la Cebadilla.
 Preciosa excursión que ahora en primavera tiene el encanto del encuentro con el agua, omnipresente en toda la caminata y que baja rauda por hermosísimos parajes.

Ruta en wikiloc: http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=7030669

Fotos: Juande
Comentarios: JA Mesa