Queremos que la excursión de cada final de temporada reúna determinados requisitos, como es hacerla asequible a todos los públicos, que tenga algo especial, que sea atractiva, y que sirva de encuentro festivo para todos los que en mayor o menor medida nos hemos encontrado durante todo el año andando por los montes y caminos.Ya sabemos que el monte no solo son las montañas, los colores, el frio, el calor, el viento…sino también la conversación y los amigos.
Hemos acertado con la ruta del Rio Borosa. Tiene ese algo especial que los de La Verea vamos buscando, como ese el rio con sus aguas puras y cristalinas, que nos acompaña durante todo el trayecto, manso en ocasiones, impetuoso en otras, desbocado en cascadas de todas las formas, frescas y hermosas pozas, puentecillos de cuento que lo cruzan, frondosos bosques, canales, túneles oscuros como la boca lobo, embalses, lagunas, y hasta una zorrilla que comió de la mano de Juande, tan solo esto hubiera bastado para justificar todo el viaje, pero la naturaleza fue mucho más esplendida, y nos regaló un baño espectacular en la Laguna de Valdeazores, y otro en la poza de la cascada de los Organos, y otro en otra poza de aguas verdes cristalinas. Y que me decís del agua del nacimiento del rio Borosa, pura y fresca, ¡ qué agua más rica bebimos ¡.
La ruta la iniciamos veinticinco participantes, y todos la acabaron, recorriendo unos veintidós kilómetros aproximadamente entre ida y vuelta.
La primera parte transcurrió por una pista forestal junto al cauce del rio, uniéndose al poco a nuestra derecha un arroyo en forma de tobogán, que daban ganas de tirarse. Al rato cruzamos el rio por el primer puente llamado de los Caracolillos, continuando por la derecha del rio. Una vez pasado otro puente, dejamos la pista para tomar a nuestra derecha la senda que se inicia en el paraje denominado Vado Rosales, entrada natural a la Cerrada de Elias, que es un encañonamiento natural del rio, en donde Antonio Domingo nos hizo observar la planta carnívora, llamada Pinguicula Vallisneriifolia, que crece en los roquedos húmedos del rio, y se alimenta de pequeños insectos. Al final de la Cerrada desembocamos de nuevo en la pista, que recorremos hasta llegar a la Chorrera de los Organos, un salto de agua que, al parecer, es el sobrante que no se utiliza en la central eléctrica que nos encontraremos mas adelante. Al pie de la Chorrera el primer descanso formal, con frutillas. Algunos ascienden a la base de la chorrera para contemplar la espectacular caída del agua, que se va pulverizando en su trayecto y nos deja empapados.
Continuamos nuestro camino, y pasamos junto a la central eléctrica, para emprender la parte mas dura y espectacular del recorrido, ya que comienza una senda que, en pronunciado ascenso, nos lleva hasta la cascada de los Organos. Cascada espectacular, donde se precipita el recién nacido Rio Borosa, por donde en su dia los leñadores lanzaban los troncos de árboles para hacerlos descender por el cauce del rio hasta conducirlos a zonas ferroviarias para su transporte. Parece que el nombre de la cascada proviene del ruido que hacían los troncos al golpear con las rocas. Por la izquierda de la Cascada sigue ascendiendo nuestra ruta, con descanso en alguna húmeda y fresca oquedad, para remontar unas repisas de caliza que dan acceso a los túneles por los que discurren los canales que llevan el agua a la central eléctrica. De vez en cuando se abría alguna ventana al vacío y dejaba entrar un chorro de luz, que facilitaba el paso.
Pasamos la Laguna de Aguas Negras y a un kilometro, que nos parecieron tres, llegamos a la meta de nuestra ruta, la laguna de Valdeazores, donde ocurrió el encuentro con la zorrilla.
La vuelta por el mismo camino, con la variante de acercarnos hasta el nacedero del Rio Borosa, y algunos chapuzones.
No quiero terminar esta crónica sin antes agradecer a todos los participantes de “Por donde va la Verea” su entusiasmo en todas las excursiones de la temporada, el buen humor y ambiente que traen consigo, el esfuerzo de todos para que las cosas salgan bien, a Juande, Toñi, y Antonio por sus magnificas fotografías, a José Antonio Mesa, por la creación y mantenimiento de nuestro Blog, a todos los que han guiado y organizado excursiones y viajes, a los cronistas, a los conductores,…recordamos también a los que quisieran venir a las excursiones y no pueden, Isabel en Alemania, Isidro en Malapatia, … En fin, gracias a todos y cada uno por hacer de La Verea que sea un grupo humano agradable.
La temporada ha llegado a su fin, pero no debemos olvidar que La Verea ha organizado un viaje a Los Pirineos en agosto, por lo que no cabe la relajación, este mes de julio hay que subir a Sierra Nevada cuantas veces se pueda y entrenar, lo que no quita que estemos al loro de los festivales de verano, buena musiquita y buen ambiente.
Lo dicho, veredistas, muchas gracias y nos vemos la temporada que viene, con nuevos proyectos.
Salud
Crónica: JA MazuecosFotos: A. Domingo
Mu guena la cronica, mu gueno el finde, mu guenos tos los veredientes,
ResponderEliminarmunshas grasias