De poco
común he de reseñar el paseo que en este
caso nos concierne, ¿será que nos estamos haciendo mayorcitos? Ni nieve, ni cerros, ni grandes
dificultades nos ha deparado la marcha de hoy que en número de quince, incluida la
perrita Yahiza, ¿se escribe así, Azucena?, nos hemos desplazado a la provincia
hermana de Málaga para visitar parte de la comarca axárquica, (territorio al este de una gran
ciudad o dependiente de ella); esa es su traducción al idioma de Cervantes y, según la Real Academia de la Lengua,
constituye un error ortográfico articularla.
Entre las cotas 359 (Sayalonga) y
979 (Cómpeta), ha sido nuestro discurrir por la comarca, con un total de 26.000
metros “pateaos” según los “gepesianos” Sr. de Dios y Robocop Mititilla.
Cien kms más de los andados, han
sido los rodados, y paramos motores en el arabesco núcleo de Sayalonga para
iniciar nuestra ruta sendero/cultural en el siguiente orden.
SAYALONGA
Para abrir boca nos adentramos en
su casco antiguo y nos sorprende tanto por su belleza como por su pulcritud, no
es necesario solicitar información pues ya se han encargado de transcribirla en
cada esquina.
Destacamos en la visita el Callejón de la Alcuza, que mide en su punto más estrecho 56 cms., después visitamos su monumento más importante, se trata de su cementerio, único en su estilo en España al ser de trazado circular. Abandonamos Sayalonga para dirigirnos hacía
Destacamos en la visita el Callejón de la Alcuza, que mide en su punto más estrecho 56 cms., después visitamos su monumento más importante, se trata de su cementerio, único en su estilo en España al ser de trazado circular. Abandonamos Sayalonga para dirigirnos hacía
CÓMPETA
Tras una breve pendiente y
siempre por pista, ganamos la loma que nos llevará hasta el próximo destino.
Desde aquí ya se contempla todo el paisaje del conjunto de pueblos que vamos a
recorrer a excepción de este, abiertos
hacía el mar por su cara sur y protegidos por los picos más altos de la Sierra
de la Almijara al Norte, en su máxima altitud, el Pico de La Maroma, que aún conserva restos de nieve. También divisamos el Navachica, visitado
recientemente.
Los “guiris” se han hecho
omnipresentes en la zona, ¡tontos que son ellos!, sembrado el paisaje de
cortijos pero respetando los metros necesarios para su intimidad.
Entre cortijo y cortijo, o más
bien lo que hoy en día llamamos “chalet”, deambulamos un par de horas hasta
que se presenta ante nuestros ojos el
que faltaba.
Descendemos la loma y en el mirador de Cómpeta, decidimos hacer parada técnica para “repostar”.
Descendemos la loma y en el mirador de Cómpeta, decidimos hacer parada técnica para “repostar”.
Una vez henchidos nuestros
estómagos y recreada nuestra vista, reiniciamos la marcha. adentrándonos en el
corazón de la ciudad del “vino dulce” o vino Málaga. Compita - Orum, como se
llamó en la antigüedad, significa cruce de caminos
Callejeamos por el centro y nos
detenemos para contemplar la iglesia de Nuestra Sra. de la Asunción, que
data de principios del S – XX,
reconstruida sobre planta de la anterior que mandó construir en 1505 la
católica Reina Isabel, donde en el lateral derecho hay unos hermosísimos mosaicos
dedicados a los oficios, terrazas de verano por doquier, y pintoresco, blanco y pulcro como los demás.
Nuestro próximo destino..
Nuestro próximo destino..
CANILLAS DE ALBAYDA
A través de sendero muy bien
señalizado y entre huertos de hortalizas regados por una acequia que también
recorremos, casi sin darnos cuenta, pues la distancia entre uno y otro no llega
a un par de kms, entramos a Canillas por su parte más elevada.
Aquí la parada es muy breve, la
hacemos en la ermita de Sta. Ana, que como casi todas preside en las alturas a
la población.
Por calles estrechas, sinuosas y empinadas atravesamos la localidad, nos sorprende un nuevo ejemplar arborícola, descubierto recientemente, el “cabalimón”.
Por calles estrechas, sinuosas y empinadas atravesamos la localidad, nos sorprende un nuevo ejemplar arborícola, descubierto recientemente, el “cabalimón”.
En esta localidad cabe destacar
que se encuentra la Cueva de las Piletas (esperemos visitarla algún día) y que
está regada por el río Turvilla, el cual nos acompañó un buen trayecto en el
siguiente poblado.
ÁRCHEZ
Bajo Canillas y casi dándose la
mano, se encuentra esta pequeña población de apenas 500 habitantes, contemplamos
la torre alminar de la iglesia de la Encarnación del siglo XII, en un estado
más que saludable,
y como saludable es “birrear” pues “ birreamos a la salida
del pueblo una vez pasado el puente sobre el rio Turvilla, en el recomendado
restaurante El Curro, donde el Sr. de Dios desvela que es su onomástica, nos
agasaja acoquinando la “dolorosa”, “ Carretera y manta y ………..
CORUMBELA
Tó parriba, tó parriba, allí está
Corumbela. En cartel anunciador “10 kms”. Desajustes, dudas, asfalto y “tó
parriba”.
Luego no fue tanto, la mitad más
o menos. El primer grupo por asfalto y el segundo recortando por pista de
tierra, ahora bien; se perdieron la “Anacondis Corumbelensis”, con la cuál
tuvimos que batirnos hasta dejar expedito el camino, ¿sería por miedo lo del
recorte del segundo grupo?
A la entrada de Columba (Paloma)
repostamos de nuevo, los “asfaltoteroides” en lugar provisto para ello, y los
“terrosos” en escalinata puebleril.
Una vez repuestos dialogamos con
un lugareño, poniéndonos al tanto del entorno y sus vicisitudes como “pasero”,
nos acompaña un buen trecho y nos indica el camino hasta nuestro lugar de
inicio.
Este transcurre en continuo descenso hasta desembocar por umbrío entorno en el río Sayalonga, que una vez cruzado y tras otra “subidita” nos instala en terracita cervecera, donde don Vicente que estrenaba “abuelidad” nos vuelve a agasajar.
Este transcurre en continuo descenso hasta desembocar por umbrío entorno en el río Sayalonga, que una vez cruzado y tras otra “subidita” nos instala en terracita cervecera, donde don Vicente que estrenaba “abuelidad” nos vuelve a agasajar.
Buena crónica para el recuerdo. Así me acordaré de los nombres de los pueblos.
ResponderEliminarsaludos. Juande