Doce veredistas nos dimos cita para dirigirnos a Lugros, con entusiasmo, pese a las inte
nciones de lluvia. Parada en Purullena para repostar pan y tortas, y continuamos trayecto, pasando por Beas, El Marchal y Policar, que nos ofrecian su paisaje de casas-cueva. El carril que nos conduce hasta la puerta de entrada al Camarate ya nos va poniendo en situación de lo que nos espera, robledal y algún que otro árbol desnudandose.
Comenzamos las ascensión entre un robledal, una vereda que hay que adivinar, pero que Gabriel la va descifrando a la perfección, poniendo la directa, y que Nani aguanta como una jabata. Por el camino vamos encontrando endrinas, procurando todos recolectar un buen puñado para Jose Antonio Mesa, que las va guardando en su bolsa, y haciendolo constar fehacientemente para tener derecho a nuesta copita de pacharán en las próximas navidades.
Continuamos nuestra vereda hasta dar vistas al cortijo de
l Camarate, y ya vemos los ropajes ocres y amarillos de los caballeros del bosque encantado, el Mostajo, el Arce Granatense, el Cerezo Silvestre, El Castaño, rodeados de la verde tropa de Robles. Pretendiamos seguir asecendiendo a las altas posesiones de los Señores, pero el cielo oscureció las almenas con negras nubes, y nuestros escudos-chubasqueros eran débiles, por lo que se opto por conservar nuestra integridad. No obstanto, la intensidad de la lluvia no fue óbice para seguir recolectando frutas del bosque, y las consabidas castañas, extraordinarias castañas, diria yo, a la vista de su tamaño.
Nueva disquisición, si bajar hasta los coches por u

El carril se nos mostró en toda su belleza otoñal, con una capa de fina lluvia, alfombra ocre, los verdes líquines de los árboles, el gris del cielo, y una serpeante y suave bajada.
Para rematar el asunto, nada mejor que relatarle nuestras andanzas a la mesonera de Lugros, y ya de paso que nos sirviera unas jarras de buen vino y de fresca cerveza para entonar el cuerpo y el alma, cosa que efectivamente hicimos, y donde fuimos bien servidos.
Cronista: José A Mazuecos
Fotos: Juande y José A Mesa













