viernes, 4 de mayo de 2012

Ruta por Guajar Alto


Trece veredianos nos dimos cita para girar visita oficial a Los Guajares. El punto de salida lo fijamos en Guajar Alto, pero como ya es tradicional en nuestro grupo, dos de los vehículos escogieron otra variante de la carretera y acabaron cerca de Pinos del Valle. Mientras tanto, los componentes de los otros dos coches habian llegado a su destino y amenizaban la espera tomando un cafelito en el bar El Olivo, quedando encantados con los enormes jamones que colgaban del techo, así como la promesa de unas migas a la vuelta de nuestro periplo.
Por fin llegan los rezagados e iniciamos nuestro camino en dirección al área recreativa de Los Paules, acompañados de un cariñoso perrillo del pueblo, al que mas adelante se quisieron unir un padre cabra y su cabritillo. Aquel perrillo ya no nos abandono en toda la jornada.

Al poco de dejar atrás las últimas casas del pueblo nos encontramos ante una encrucijada, que Indalecio resolvió escogiendo la de la derecha, marcada con un hito de madera. Conforme ascendiamos por la vereda comprobamos que el barranco se iba abriendo y que nuestra ruta se iba alejando de lo que en realidad queríamos hacer. Ni cortos ni perezosos comenzamos a descender hacia el rio, buscando la forma de cruzarlo al otro lado del barranco, pero aquello se nos antojó una empresa complicada y dimos la media vuelta. Continuamos la senda marcada que habíamos comenzado y que, al parecer, nos conduciría hasta Las Albuñuelas. Una lluvia fina comenzó a acompañarnos, tan insistente que a algunos veredianos comenzó a resultarle fastidiosa y se dieron la media vuelta. ¡ Amigos, nos vemos en el bar El Olivo ¡, dijeron los que abandonaban la empresa. Vale, nosotros seguimos un poco mas, les contestaron los otros. Continuamos una mullida senda en continuo ascenso, entre pinos de altas copas, jaras, gayumbas, y flores por doquier. Por supuesto que no llegamos a Las Albuñuelas ni a ninguna otra meta, y recordamos aquella máxima del Sr. Insidro de "Aquí, todo es campo", y disfrutamos de nuestro caminar sin objetivo alguno. 

El error en la elección de la ruta nos hizo descubrir la existencia de esta otra que lleva a Las Albuñuelas y que dejamos anotada para hacerla en la próxima temporada.
Para la hora de la comida ya estabamos todos juntos en el bar "El Olivo", disfrutando de aquellas migas prometidas y vino del terreno, junto a una agradecida chimenea.


Crónica: JA Mazuecos
Fotos: Juande, Indalecio, JAMesa.

martes, 1 de mayo de 2012

De Marmolejo al Cabezo

     Con la ilusión de ver algo nuevo, nos dirijimos a Marmolejo.El autobús como novedad - esto hay que repetirlo - y 22 verediantes con las mochilas a la espalda.
     Esperábamos la primavera en su máximo explendor de coloración y nuestro gozo en un pozo., muy distanta a nuestra visita anterior, pero no falta de belleza.Un conductor amable y desinteresado nos acerca hasta la entrada " oficial " al parque y con alguna duda en los cruces de caminos, bien resuelta, iniciamos nuestra andadura con entusiasmo. Isidro con buen criterio, como casi siempre, propuso bajar al cauce del rio Jándula y hacer la ascensión al Cabezo por su ribera,quizá en belleza se hubiera ganado. pero las improvisaciones en un grupo tan numeroso,llevan a la duda e incluso a las discusiones inútiles y bajo consenso decidimos el camino marcado, con desnivel mínimo y no exento de disfrute para la vista. 
     A mitad de camino hacemos el descanso para dar gusto a nuestro estómago en el llamado arroyo de los Santos,después de haber pasado por el cortijo de Navalasno Nuevo en donde vimos un suelo tupido de color lila realmente precioso.En definitiva, una salida muy muy tranquila y exenta de dificultad, con un sabor -por mi parte - un poco agridulce, porque esperaba mas. No obstante, el espíritu de la verea siempre es positivo, en eso no nos gana nadie, y ya estamos con la ilusión de ver qué nos regala el sr.Mazuecos el próximo dia por tierras de lo Guájares.

domingo, 25 de marzo de 2012

Subida al Chullo


Esta semana tocaba subir al Chullo( el pico mas alto de Almería con sus 2.609 Mts ) y continuar hasta Laguna Seca. De entrada, y según las previsiones, se esperaba un día de sol espléndido. Nuestro gozo en un pozo. Ya de camino y con la mosca detrás de oreja, por la pevisible lluvia, nos preguntamos si podríamos ollar la cumbre.En el puerto de La Ragua, fresquito, y ya subiendo por el cortafuegos que nos lleva a la cima, frío, mucho frío, todos abrigados hasta los dientes e Isidro haciendo alarde de su fortaleza,- como se ve en las a....fotos - en manga corta. Echando en falta algunas ausencias de última hora, hermanas Nieto, Jorge etc., comenzamos la subida con suelo húmedo y resbaladizo entre el piorno ,y los pinos a ambos lados , testigos de nuestra aventura. En poco mas de una hora y con una subida pronunciada pero fácil de hacer, nos plantamos en el refugio -una pena su estado- con nieve en su interior,y un frío, viento y agua nieve, que corta la respiración. Insisto; Isi en manga corta.
Avituallamiento de rigor y en diez minutos coronamos. A....foto para que quede constancia de nuestra hazaña ???? aunque la lluvia casi lo impide, y entre las dudas de seguir hacia laguna Seca y volver, decidimos llegar al Morrón del Chullo a unos doscientos metros para ver el panorama. La niebla persistente poco nos ayuda y vuelta a media ladera, siempre metidos en bastante nieve pero disfrutando del sólido elemento. El de manga corta convence a Alejandro para que le acompañe a llegar hasta la laguna y hacer la vuelta solos. En resumen: una excursión plácida y tranquila , aunque esta vez la monotonía la rompió Novienbre-cada vez le gusta ser mas protagonista - con una pequeña indisposición que hizo que el Sr.Tesorero hiciera el camino de vuelta con el can en la mochila. Después, comilona en La Calahorra y a casita hasta la próxima.


Ver fotos de A Domingo sobre la excursión

martes, 6 de marzo de 2012

PASEO POR SIERRA ARANA


Hermoso paseo el que disfrutamos el pasado sábado por Sierra Arana, pues todo se conjugó para que así fuera. El dia anterior nevó sobre las cumbres y la nieve quedó conservada durante el siguiente dia soleado, especialmente en las frias umbrias, para su propio disfrute, y el nuestro.

Comenzamos nuestra ruta en el cortijo de Los Asperones en dirección al nacimiento del rio Blanco, en donde un cortijo desvencijado – La Tejera - recuerda la anterior existencia de un asentamiento humano permanente en un lugar duro para vivir, a cuya puerta brota un manantial de vida, rodeado de unos viejos árboles guerreros que lo custodian. Hay berros en el agua.

El pequeño rio Blanco se desliza barranco abajo, como el que no quiere la cosa, hasta que resbala por la piedra lavada y lo vamos perdiendo de vista, pues nuestra senda mantiene la altitud, incluso asciende, hasta rodear la mole de piedra y dar vista hacia Prado Negro, el cortijo del Majalijar, el propio pico, y al fondo Sierra Nevada.

Me gustó andar por sendas retorcidas, ver lugares nuevos, horizontes que se abren de improviso, picachos en cadena, praderas, cortijos, habitados unos, abandonados otros, y conocer la sorpresa que me esperaba a cada revuelta del camino. Y este paseo nos deparó mucho de todo esto. Sorpresas muy agradables.

Rozamos la falda del Majalijar y comenzamos la vuelta por un carril empapado de barrizal, hasta alcanzar mas abajo el cauce del rio Blanco, y una antigua acequia, ahora entubada, que nos permite seguir su camino, rodeado de arbolado, plantas de diferente tipo, rocas con formas caprichosas, y musgo. En la umbria se conservan grandes trozos de hielo.

Un delicioso paseo de cuatro felices horas.

Fotos: Juande

Crónica: JA Mazuecos

lunes, 27 de febrero de 2012

VISITA SIERRA DE LAS NIEVES

Los dias 25 y 26 de febrero quince veredistas hemos visitado la Sierra de las Nieves. Nos instalamos en el camping de la localidad de Yunquera, pues desde este lugar se podia acceder a variadas rutas, por estar situado en pleno corazón de la Sierra, a 682 metros de altitud.
El sábado nos acompañó Miguel Saenz, malagueño, y amigo de La Verea. Su presencia nos vino estupendamente porque era el que mejor conocia la zona, ya que la habia recorrido una o ninguna vez.
Y el domingo se nos unió nuestro ínclito Insidro, que nos juraba que por nada del mundo se perdería subir al Torrecilla, como así fue.
El sábado lo dedicamos a unas rutas de pequeño recorrido para ir calentando motores. Por la mañana fuimos a ver el Tajo de la Caína, al que accedimos desde el puerto del Caucón. Es una ruta circular y bien marcada. La senda se adentra por un enorme bosque de pinsapos - ¡que bonicos son los pinsapos¡ - que sombrean el camino durante gran parte del trayecto, hasta llegar a los pedazo de tajos. Recorrimos una senda que transcurre por debajo del tajo de la Caína, hasta llegar a una fuentecilla, y media vuelta para buscar un lugar donde reponer fuerzas, entre sol y sombras.
Ya de vuelta, por encima del Tajo, nos encontramos con un grupo de montañeros del club Tritón, de Prado del Rey (Cádiz), con los que confraternizamos un rato.
Eran las cinco de la tarde y todavia nos daba tiempo de visitar el nacimiento de Rio Grande, pues la carretera – que posteriormente se convertia en pista de tierra – hasta la central hidroelectrica San Pascual partia desde el frente de nuestro camping. Con lo que no contabamos era con que nuestras anotaciones debian estar muy atrasadas y el carril se encontraba cortado y en muy mal estado. Tuvimos suerte de ser avisados por un vecino que nos echó el alto y nos mandó para atrás, pues a mas de uno habian tenido que sacarlo de allí a remolque. De todas maneras nos costó trabajo dar la vuelta a los coches.
El acceso al nacimiento del rio estaba mas arriba, desde una inadvertida senda que parte desde una pequeña explanada, que conduce hasta el cauce del rio, que se va embarrancando hasta llegar hasta una enorme pared al fondo, con una caida espectacular ¡qué lástima que la vieramos sin agua¡. Nos costó dar con el nacimiento, de hecho algunos se lo perdieron, pues se dieron media vuelta sin haberlo visto. Al final dimos con él, al otro lado del rio, cruzando la presa. ¡Que maravilla¡ Aguas cristalinas brotan dentro de la cueva de los Zarzalones. Allí estuvimos un buen rato disfrutando del lugar.
Por la tarde-noche, cena pantagruelica en el camping y paseo por el pueblo. Exhición de bailes regionales por Mariló y Margarita . A las 11 de la noche a la cama.
El domingo era la ruta estrella, desde el puerto Saucillo (1.200 m.) hasta el Pico Torrecilla (1.919 m.). Ruta lineal. La primera parte transcurre entre un envolvente bosque de pinsapos y cantos de pájaros. Un regalo para los sentidos. Los entendidos nos informaron que el pinsapo es un árbol del cuaternario y que cada individuo contiene los dos sexos. Son admirables.
Conforme vamos ganando altura, y el bosque se va aclarando, se divisa una panoramica grandiosa, el mar y muchas sierras. A pesar del dia soleado, hace frio. Pasamos junto a la Peña de los Enamorados (1775 m). A partir de aquí muchos quejigos, muchos de ellos de gran porte. Será bonito verlos en plena primavera. Pasamos por una zona de formaciones kársticas, que da lugar a la formación de muchas simas, destacando la Sima Gesm, la mas profunda de Andalucia, con 1101 metros. Sobre las 2 de la tarde llegamos al Pilar de Tolox, donde el grupo se divide entre los que deciden atacar la cumbre del Torrecilla y los que se quedan a descansar al solecito. En los del primer grupo hay alguna que otra deserción ante la dificultad de las placas de hielo que jalonan la empinada ladera, y finalmente quedan seleccionados los campeones, Isidro, Antonio, Gabriel, Pepe y Julián, que logran hacer cumbre para honor y gloria de “Por donde va la Verea”.
Para la vuelta, un grupo de cuatro tuvo que andar a las prisas, pues Antonio no tenia luces en su coche y tenia que volver a Granada de dia, por lo que las patillas les daban en el culo, y al final misión cumplida. A las 5 de la tarde en el camping y pa Graná.
Han sido dos dias preciosos, todo ha ido bien, buen ambiente, buena comida, y una Sierra de las Nieves muy bonita. Es una zona para volver.

Crónica: José A Mazuecos
Fotos: A Domingo

sábado, 4 de febrero de 2012

LAS ANGOSTURAS DE ALBUÑOL

Hoy, dìa 4 de Febrero, año 12 del II milenio a. d. c., forzados por la climatología decidimos dirigir nuestros pasos a orillas del Mare Nostrum.

Nuestro objetivo es ascender a la Cueva de los Murciélagos en la parte alta de la Rambla de Aldáyar, conocida también con el sobrenombre de Angosturas, la cuál vierte sus aguas en la Rambla de Albuñol en término de La Rábita. Esta rambla une la costa desde la Ràbita con la Alpujarra Baja en término de Murtas.

Tres puntos con connotaciones especiales caben destacar de la susodicha Rambla. Aténdiendo al orden cronológico cabe destacar en primer lugar la existencia de La Cueva de los Murciélagos, donde un tal Juan Martín buscando guano de murciélagos allá por el año 1831 encontró un enterramiento humano datado entre 4 y 5.000 años a. d. c. según dictamen del c.14, junto a estos restos neolíticos se encontraron restos de cerámica (como casi siempre), cestos y vestimentas de esparto y la joya de la corona, una pieza de oro trabajada considerada la más antigua encontrada en Iberia, (como casi nunca).

En el pasado siglo fué explotada como cuenca minera, siendo unos de los principales artífices los reyes belgas Balduino y Fabiola, ya, en 1973 entre los dias 17 al 19 de Octubre se escribe una de las peores páginas de su historia, lo que hoy llamamos gota fría se dejó caer por la zona, dejando la nada desdeñable cantidad de 600 l m2., como consecuencia de ello costó la destrucción de 73 viviendas y medio centenar de vidas.

¿Pero que hago? que nos ibamos de marcha, ¡hala! dale a la pata y adentrate en la ancha rambla.

Antes de ello hemos de liquidar 101 km que unen la capital con Albuñol, ¡menuda gozada!

Salimos de los Sánchez - Colás - D. José a las 8,30 h. camino de la presa Rules, retrocedemos hasta Los Tablones para encarar la subida al Haza del Lino y hacer la 1ª parada, "pantumaca con pernil tamaño indaliano" y -5,5º c., continuamos nuestra progresión y pasado Sorvilán observamos el encabritamiento de una yunta de acémilas que aran la tierra, 2ª parada para dejar constancia impresa de ello, en descenso hacia La Rábita observamos un paisano en apuros, ¿maestro necesita ayuda? siiiiii, se ma partío el arao y maría falta bajar al pueblo pa que mi hijo me suba otro, ¡súbase usté hombre! y ya me direis, el Inda y el Antonio sacándole jugo a sus conocimientos.A las 6 de la mañana tiré parriba y mire usted, las 10, helao de frío y sin poder arar,l y no para ni cristo (claro, que tampoco pasa nadie)

Apeado nuestro nuevo amigo Antonio, ahora sí nos adentramos en la ancha rambla con vehículos y todo (que no venga la del 73) e iniciamos el ascenso. El primer tramo deja bastante que desear; basura, cables y deságües por doquier, pero conforme asciendes ¡ufffffffff! como cambia la cosa, canal en vertical horadado por el agua, saltos de piedra lavada cada vez más espectaculares, encajonamiento de piedra a modo de Cueva de las Palomas en Los Cahorros, cuerdas y escalinatas para superar los pasos y Angostura insalvable para estos que lo son.

Sabíamos que había que retroceder unos 100 metros para retomar el camino en nuestra margen izquierda para salvar el escollo pero este no aparece, mando una avanzadilla compuesta por Juanpi, Bárbara y Alvaro en lo que parece una verea pero esta no lo es y ya no hay posibilidad de regreso, Antonio e Inda indagan rio abajo y tampoco aparece, yo me aventuro por otra insinuante verea y tampoco lo es, seguimos cauce abajo y se nos presenta nuestra salvadora con can incluido acompañándonos hasta el inicio de "verea perdia", !ahora si !. En una roca a 100 metros del retroceso como teníamos entendido está el inicio, pero la verea no se muestra hasta unos 25 metros más arriba. Casi coronando el cerro se encuentra el resto del grupo y con canto "gomerense" nos comunicamos para la reunificación.

Pasada la aventurilla descendemos de nuevo a la rambla y a poco de estar en ella, Álvaro en un giro hacia atrás descubre la marca que nos llevará hacia la cueva, avíspado el chico, nos demostró en varias ocasiones su agudeza visual.

Toma la iniciativa Juanpi en el ascenso, le seguimos Alvaro y el que suscribe y los demás desisten temiéndole a la inclinación, 40/45%, en unos 10 minutos nos encontramos en la entrada, por cierto, bien pintarrajeada. Nos aventuramos unos metros adaptando poco a poco nuestras pupilas a la oscuridad cada vez más hasta que, ¡oh, lalà!, las nuevas tecnologías se hacen presentes y Álvaro nos sorprende con linterna en el móvil que la noche anterior había descargado de internet con calidad LED y agujero padentro. Isidro, muy avispado él, mete la pata en un mal paso y queda encajonado, pero pa eso está el compañerismo, problema resuelto y más padentro, agujero hacia las tinieblas, entrada y parece ser que aquí acaba, vampirillos en el techo y polvo, mucho polvo, fotografias, maaaaaaaaaas polvo y a la calle, los compis están impacientes, la regañina esperada y rambla parriba.

Unos pocos metros más, ensanche, salto y carril de regreso hasta las arenas. La vuelta poco que contar, un carril adaptado para vehículos, paso por el cortijo Los Marías, vistas de cerros impregnados de almendros en flor, plásticos de invernaderos y el mar al fondo.

Y.........¡ah!, nuestro amigo Antonio tiene bar en el pueblo, nos está esperando con mosto SIN QUIMICA - ¿verdad, amigo? Efectivamente, allì estaba esperándonos y le falto tiempo para colocarnos media docena de vasos de vino de la Contraviesa - SIN QUIMICA - ¿verdad, amigo?

Y quedamos emplazados para cuando queramos en su cortijo para agasajarnos con un cordero, migas o lo que se nos antoje, sin pagarlo eh¡, por que hay cosas que valen más que el dinero.

Crónica: Isidro
Fotos: Antonio

sábado, 7 de enero de 2012

INVESTIGANDO RUTAS POR JAYENA: Río Bacal

Se nos acaba el repertorio de senderos conocidos, y no nos queda mas remedio que innovar, pues mis ojos se resisten a continuar con la repetición de los caminos ya vistos y prefieren lo desconocido. A tal fin un grupo de avanzadilla de La Verea estuvimos el pasado sábado dia 7 de enero investigando nuevas rutas, esta vez por la zona de Jayena. Los inclitos hermanos Domingo, el señor Marqués, el señor de Dios, la marchosa Elena, y el que suscribe, fuimos los afortunados de recorrer esta ruta, que partió desde los Prados de Lopera, en la carretera de la Cabra.
En un principio seguimos las indicaciones del GR7, que pasa junto al cortijo Los Prados, para al poco rato llegar hasta el pino de las cinco ramas, majestuoso, que vigila el camino apostado a la derecha del mismo, y un poco mas adelante nos encontramos con un cruce de pistas, en cuyo lugar abandonamos el GR7 que sigue hacia la derecha y nosotros cogemos el de la izquierda, que en continuo descenso nos lleva al rio Bacal o rio Grande de Jayena. En este punto se nos unió un amigo, vecino de la zona, que nos acompaño durante todo el recorrido, un pedazo de perro como un caballo de grande.
Una vez en el cauce seguimos en la misma dirección de la corriente del rio, por un camino de arrieros, que en época no muy lejana sirvió para comunicar la zona de la costa con los pueblos del interior, para el intercambio de los productos propios de comercio de estos pueblos. El rio es de aguas puras y cristalinas, y recuerdan a las del rio Verde, por su color. La pena es que llevaba poca agua, debido a la pertinaz sequía que tenemos este año, lo que deslucía el esplendor descrito por otros visitantes. El rio va encajonado y acompañado en sus riberas por árboles de diverso tipo. Desde un alto del camino pudimos contemplar la poza del Romance, alimentada por una cascada, que fué la parte mas bonita que vimos.
Continuamos el descenso del rio, cruzándolo en varias ocasiones, y en algunos tramos teniendo que buscar el lugar de vado, pues se han perdido las señales.
Nos volvimos sin haber llegado a Jayena, pues no disponiamos del tiempo necesario para ello, y queda pendiente para realizar completa este bonita excursión en otro momento.
Eso sí, nadie quiso perdonar el tercer tiempo, alrededor de unas cervezas en un mesón de de la Venta del Fraile.

Crónica: JA Mazuecos
Fotos: Juande

jueves, 5 de enero de 2012

Zhueros

Salimos aproximadamente a las 8.15h. diecinueve personas veredientes y simpatizantes en coches hasta la estación de Luque, donde quedó el personal, cinco conductores, con sus respectivos vehículos, acompañados por las personas que sólo harían la excursión del rio Bailón, (Nina, Miguel Angel y Encarna) se dirigieron a Zuheros, regresando luego a la estación de Luque los conductores en un sólo vehículo. Serían las diez cuando comenzamos la marcha.

La propuesta fue comenzar la excursión desde la estación de Luque, la idea era recorrer la Vía Verde del Aceite unos cuatro kilómetros, distancia que separa la estación, de Zuheros. De ésta manera apoyamos con nuestra presencia, las iniciativas de las administraciones para recuperar las vías férreas desmanteladas, dando vida a los pueblos y proporcionando espacios para un ocio saludable, como buenos y sacrificados militantes de la montaña, aguantamos una hora un poco aburrida.

La marcha hacia Zuheros tiene un desnivel máximo del 3%, por lo que su dificultad es prácticamente nula, el paisaje que vimos fueron las estribaciones de la Subbética, chaparros y encinas que nos dieron la bienvenida. Unos quince minutos antes de llegar a Zuheros, en la parte alta y a nuestra izquierda, tuvimos la oportunidad de observar un perfil del pueblo y su castillo, que sólo es posible verlo desde la Vía. Llegamos a la entrada noroeste del pueblo y justo al Barranco del río Bailón en una hora y media. Allí atacamos una pendiente fuerte de piedra resbaladiza, en diez minutos ganamos la máxima altura, momento en que comenzó un agradable contrallano que nos llevó al cauce del rio Bailón, que encontramos seco. Una pena, pues el rio además de bailón (va serpenteando por entre las peñas) es cantarín.

Seguimos por el Cañón del Charco Hondo, donde encontramos, arces, cornicabras, quejigos, placer para nuestra vista. Nos fijamos en las paredes rocosas de la nava, con esas oquedades tan características que parecen talladas por cucharas de proporciones descomunales. Al cabo de un rato, nos tropezamos con la Fuente de la Mora, que tiene una especie de abrevadero, se ve que lleva muchos años allí. Más adelante, allá arriba, en las paredes de la derecha, vimos la Cueva del Fraile, nombre que le da, por su silueta, la piedra de la entrada. Momento en que nos separarnos del cauce del rio por la izquierda, iniciando una subida de piedras sueltas y resbaladizas, que fueron buenas para fortalecer nuestros tobillos. Entramos entonces en un bosque espeso y de senda estrecha, que nos obligó a ir una persona tras otra. Tuvimos la impresión de que todo era mágico. Las rocas se entrelazaban con encinas y chaparros, tapizado todo con un musgo de verde limón y preñado de humedad, que hace que todo sea uno. En este tramo se recomendó un respetuoso silencio. Alguien observó lo suficiente, vio a algún Troll despistado, pero siguió su marcha sin más, pues ya sabeis lo mal que huelen los Trolls y el mal genio que gastan.

En el tramo final nos encontramos con un bosque más abierto y con menos piedras, estábamos llegando a las Chorreras y al arroyo de Fuenseca, donde nos topamos con la encina que podría ser la madre de todo el paraje, nos recibió con el vientre abierto, recién parida y cubierta de líquenes de verdes intensos, fue ésta la puerta de entrada al collado y donde las personas fotógrafas se deleitaron dándole gusto al gatillo. El lugar era una explanada con varios cortijos abandonados, higueras, un abrevadero donde tomamos el bocata y una fuente, la Fenseca. En el relieve vimos navas o “Poljes”, formadas (según me he informado) por las kartificaciónes entre la roca caliza, el yeso y el agua. Mu bonico tó, hasta ese punto invertimos tres horas más menos.

Cuando lo creimos oportuno iniciamos el descenso, regresando sobre nuestras huellas, algunas personas encontraron en la bajada zonas que no admiraron a la subida ¡Magia potagia Los hermanos Domingo se colaron en la cueva del Fraile y se le subieron a los hombros, haciendo fotos inéditas del paraje, ¡qué intrépidos! Llegado el momento en que se ve el pueblo de Zueros de frente y sólo queda una fuerte bajada, observé cómo las personas más andarinas y más veloces ya salían con sus vehículos dirección a la estación, allí quedó la compañera Marisa a la que recogimos las personas que quedamos atrás dirigiéndonos también al Nicol´s. A las tres estábamos almorzando. Teniendo en cuenta que salimos a las 10h y regresamos a las 15h. podemos decir que ésta marcha se hace tranquilamente en cinco horas.

Crónica: Jorge Oliva

Fotos: Juande y Toñi