Este sábado nos dirigimos a Órgiva para hacer una bonita ruta en torno a la vega de esta localidad, delimitada por el río Guadalfeo y jalonada de acequias y pequeñas huertas.Iniciamos la ruta junto al Puente de los 7 Ojos donde quedamos sorprendidos por la cantidad de agua que llevaba, además de la velocidad de la misma, fruto del deshielo en Sierra Nevada.
Seguimos desde allí por una ruta perfectamente señalizada hasta llegar a Órgiva.
La intención era llegar hasta Bayacas por el cauce del río Chico y volver de nuevo a Örgiva por el camino del cementerio.
Pero decidimos acortar la ruta por el calor tan fuerte que padecíamos. Atravesamos la localidad, que estaba muy concurrida, deteniéndonos en su iglesia, en sus plazas y en sus monumentos.Iniciamos el regreso descendiendo por el otro lateral del pueblo, de nuevo atravesando huertas frondosas, campos de olivos e, incluso, un bosquecillos de eucaliptus.
De nuevo en el puente Puente de los 7 Ojos, nos recreamos en una sombra fresca y tupida viendo el pasar furioso del agua.