El sábado 21
de octubre teníamos previsto visitar la sierra de Alhama, y concretamente
ascender a su pico más alto, La Torca, de 1.500 m. de altura.
La sierra de
Alhama es un macizo montañoso, que forma parte del Arco Calizo Central, y que
va desde el Boquete de Zafarraya hasta el Puerto de Los Alazores cerca de
Alfarnate. Es un terreno kárstico de roca caliza, erosionado por el agua, lo
que da lugar a una configuración característica, con formaciones caprichosas,
terreno abrupto y difícil de andar, que en algunos lugares presenta torcas o
dolinas, que son depresiones u hondonadas entre rocas, y de ahí el nombre del
Pico de La Torca. Hace frontera natural entre las comarcas de la Axarquia y de
Alhama, y desde sus alturas se puede observar al Este el cerro de La Maroma y
Sierra Nevada, al Oeste la sierra de Camarolos, al sur el pantano de La
Viñuela, los pueblos entre otros de Periana, Vélez-Málaga y Torre del Mar, y el
azul del Mediterráneo, y al Norte el polje de Zafarraya, salpicado de balsas y
pozos para el aprovechamiento agrícola.
Para observar
este espectáculo quedamos citados a las 8´30 h. en el Manzanil de Loja, por ser
punto de confluencia con Miguel y Dani, que venían de Málaga. Después de las
tradicionales muestras de afecto y un desayuno adecuado partimos rumbo a
nuestro destino por la comarcal A-341, hasta llegar a una cantera que se
encuentra un par de kilómetros antes de llegar a Zafarraya.
Iniciamos
inmediatamente la subida a la sierra, al mando de nuestro experimentado guía
Jose Antonio, el Señor de LagunaLar, que con gps en ristre va guiando nuestros
pasos por un pedregal caótico, aguantando como puede nuestras bromas y el
desperdigueo del grupo. Conforme ganamos altura el Señor de Los Alayos toma la
cabecera para ir rastreando el terreno y facilitarnos el ascenso. Hay que ir
con mucho cuidado, pues el piso es abrupto y sin sendero. El lugar invita a ir
parando de vez en cuando, para poder levantar la vista del suelo y contemplar
el paisaje tan espectacular que se nos presenta, y especialmente cuando
alcanzamos la cresta de la sierra, donde comenzamos a contemplar el paisaje a
un lado y otro de la misma. Belleza donde la haya y sensación de espíritu libre.
Poco después
llegamos a la cima de la Torca, donde nos hacemos la foto de grupo, y echamos
un rato contemplativo, intentando identificar los distintos pueblos, sierras y
montes que se expanden en el horizonte.
Continuamos la
marcha cresteando hasta llegar a una hermosa dolina, que contenía en el centro
una charca, y junto a ella un pozo. Un lugar realmente maravilloso. Nueva
parada, fotos y comentarios.
Continuamos la cresta un poco más, hasta que nuestro guía dispuso que ya era el lugar de iniciar la bajada, por un espeso y precioso pinar, buscando la dirección de la cantera donde dejamos los vehículos.
Continuamos la cresta un poco más, hasta que nuestro guía dispuso que ya era el lugar de iniciar la bajada, por un espeso y precioso pinar, buscando la dirección de la cantera donde dejamos los vehículos.
Como llega la
hora de reponer fuerzas, escogemos un acogedor lugar entre los pinos para comer
y descansar, y de postre reparto de chocolates y caramelos de café.
Reanudamos la
marcha hasta alcanzar un sendero que nos lleva directos hasta los vehículos, en
una jornada serrana espectacular, de buen ambiente, divertida, amigable,
humorística, con algunas caídas sin consecuencias relevantes, y …¡oh, rareza ¡,
sin que el Inclito nos deje tiraos.
Sellamos una
jornada de sobresaliente cum laude con unas merecidas cervezas en la plaza de
Zafarraya, y antes de volver a Granada unas fotillos de despedida pasadas por
agua en la preciosa fuente de la plaza.
Apuntado queda
que para otra ocasión habrá que transitar por la otra mitad de esta maravillosa
sierra de Alhama, y conocer las maravillas que nos tenga reservadas. Hasta la
próxima, amigos.
Crónica: JA Mazuecos
Fotos: Antonio Domingo