Con tanto tiempo la cita prevista y sin embargo nos faltaron
veredientes a quienes echamos de menos. También hay que decir que Eva e Isabel
nos acompañaron por primera vez. Con más o menos rigor salimos de la Renault y como no venía
Azucena, nos repartimos y dejamos coches en Maracena.
Pues si en verso me ha salido, ha sido casualidad, no esperéis
de mi escritura nada particular y daros por advertidos.
Cogimos la carretera de camino a Cabra por Alcalá la Real que por si alguien no lo
sabe es el pueblo de Toñi y Pilar.
El muchacho que informaba, lo hizo con tal prontitud, y
sacándonos folletos nos explicó el camino y su altitud. Acababa de hacer
la ruta con la bici, y tan espercojao
nos indicó, que como estaba nublao no nos quemaría el sol.
En llegando al cartel, un problema se planteó, ¿por dónde va la
verea?..., y Pilar se preguntó, “como ponen distintos nombres en folleto y mapa
señalizador”, si para perdernos ya sabemos, sin necesitad de asesor.
Hasta la ermita, para enterarnos, tuvimos que subir, y el señor
del Infoca nos señaló el camino a seguir. Bajando de nuevo donde se encontraba
el cartel, partía el sendero ancho en medio de la explanada, y sin ningún
desnivel.
Además en este paisaje kárstico algunas cosas aprendimos,
bordeamos el poljé de la Nava ,
con sus aguas encharcadas, y los salientes calizos,… ¿Nani, cómo se
llamaban?... Ay, si alguien me lo dijo!.
Gabriel decía, ¿son encinas o quejigos? y debajo del bosquecillo
Elena y Pepa sacaron el hatillo. El Famobil dátiles traía, pero la tortilla de
Pepe y Nani nadie la superaría.
Ni que decir tengo del buen día que echamos, que al despedir a
Elena por poco no la soltamos.
Hora de llegar a Córdoba, el algarinégico-man se conoce el
aparcamiento y después de preguntar llegamos, dando vuelta, al alojamiento.
Aire moderno y juvenil, en medio de la judería, una ducha, un tentempié, y por
el Puente Romano se oye una nota sutil.
La señora Isabel nos guía otra vez, entre flores y jardines,
sudamos los calcetines, nos lleva por los rincones, plazas, calles y
callejones. Nos estamos entreteniendo y llegaremos tarde sino salimos
corriendo. Pilar delante aligera el paso, y entre el bullicio los demás detrás
sin perdernos de vista por si acaso.
Oh! La nueva sala, LA
MEMORIA ,… tropelías desveladas que se han de conocer,
para que marranos sólo sean los de comer. Y quien quiera saber más, que
vaya a Córdoba la bella y en la casa de Maimónides busque a Sebastián, que
harta estoy de rimar la crónica, “pa
que luego me digan, que pa que te metes en ná”.
Crónica: Mariló
Fotos: Elena
Fotos: Elena