lunes, 26 de mayo de 2014

Rodarquilar a Isleta del Moro por Senda Requena.

Ruta: Rodarquilar a Isleta del Moro por Senda Requena.
Ruta lineal, con salida desde Rodarquilar y por el interior (minas de oro, cortijo de los Frailes) a Isleta del Moro.
Dificultad media 
Duración: 4 1/2 horas aproximadamente y un desnivel máximo de unos 450m.
Recomendaciones: Doble ración de agua, crema solar, bastones (subida y bajada con tramos pedregosos, de desnivel moderado) zapatillas anti-deslizantes (más adecuadas que las botas de montaña) gorra o simil y bañador. Además de las vituallas y material que mismamente creamos oportuno. 

Comenzamos en los alrededores del centro de interpretación de Rodarquilar, nos encontraremos unas escaleras a la izquierda que nos llevan a un barranco. En él podremos observar a nuestra derecha unas paredes de roca en vertical donde predominan los colores ocres oscuros que contrastan con los verdes de las pencas que se encaraman en sus grietas (mu raro y bonico). A nuestra izquierda, un pequeño valle que esconde un cortijo pintoresco, con paratas y un salto de agua (sólo apreciable en invierno) que ha dejado en su base unas bonitas tobas calcáreas. 

Termina el barranco en un camino que lleva a Albaricoques, un pequeño pueblo cercano a Rodarquilar. Éste camino fue utilizado en el trasporte del mineral, alcanzando unas dimensiones que en la actualidad no se necesitan. Siguiendo ese camino dirección Albaricoques (que es la parte más inhóspita y árida del recorrido) y a una hora desde que salimos nos encontramos con un cruce, a la derecha lleva al Cortijo de los Frailes, donde en su día, sucedieron los trágicos hechos que inspiraron a Lorca, su obra “Bodas de Sangre”. Nosotros tomaremos a la izquierda, donde se ve el Cortijo Requena, el que acoge la aljibe con mayor cúpula entre las catalogadas.
Comenzamos el ascenso al Cerro del Rellano, de 460m. emplearemos una hora mas o menos, suave subida que en algunos tramos se empina, pero sin llegar a agobiarnos. Hay piedras sueltas que nos harán concentrarnos para evitar caidas, pero sin perder de vista la cantidad de palmitos que adornan el barranco, dándole color y vida.
Cuando coronemos, a nuestra derecha veremos una esfera blanca, el observatorio. Más a la derecha un punto de observación forestal. A la izquierda tres construcciones en un plano inferior al nuestro(luego las visitaremos). Iremos a la esfera y desde allí visualizaremos la Caldera de Presillas, antigua caldera volcánica de un tamaño colosal. Miraremos la panorámica y disfrutaremos de ella. A media hora y tras una fea bajada, en la que también tendremos cuidado con los resbalones, tenemos las casas a las que se ha hecho referencia. Observaremos, una vez allí, el valle de Rodarquilar, que también es una caldera volcánica, aunque en ésta ocasión tendremos que echar mano de nuestra imaginación para completar sus formas, borradas por el paso del tiempo. Sería un buen lugar para reponer fuerzas.
La senda de bajada la encontramos junto a las casas. Bajada entretenida y técnica, piedras sueltas y fijas, por lo que, a modo de piano, “deberemos pisar las que son, si no queremos pegar el resbalón”. Durante la hora que nos separa del final, transitaremos por el barranco del Negro, nos encontraremos con un bosque relicto de pinos, que nos indica cómo de arbolada estaba la zona. También veremos unas rocas con oquedades o “cocones” que los lugareños les llaman, son unos abrevaderos naturales para los bichos de la zona, ello, junto a los palmitos y otras hierbas, nos harán más llevadera la bajada. Terminada ésta (una hora +- desde que comenzamos la bajada), cruzaremos la carretera y seguimos el barranco del Negro dirección a la cala del Toro, llegado el momento, tomaremos a la derecha una senda que nos lleva a la cerveza, quiero decir, a la Isleta, en donde podremos refrescarnos por dentro y por fuera, si viniera al caso.

Senda Requena en wikiloc


FOTOS DE JUANDE












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