sábado, 11 de mayo de 2013

Subida al Maimón por Vélez Blanco

A las 8 en punto de la mañana estábamos todos los miembros de la Verea que habíamos decidio acudir a la convocatoria en el aparcamiento de Kinépolis. Once más un invitado, Alberto, joven esbelto y bien parecido y, además,yerno de Indalecio. Destino: el Parque Natural de la Sierra de María.
A las diez y veinte estamos con los coches aparcados a la entrada del camping que hay antes de llegar a Velez Blanco.
Ninguno conocíamos estas sierras ni este Parque Natural. Tuvimos que recurrir a bajarnos una ruta que nos habíamos bajado de Wikiloc, la que ascendía al Maimón, uno de los picos importantes de este macizo. Tras varios titubeos, iniciamos la ascensión por un carril que nos llevó al Cortijo Los Prados.
Allí Antonio interroga a un lugareño por la mejor forma de subir al Maimón, ya que él no se fía del GPS ni de tanta modernura. El informante nos recrimina por madrugar poco ya que el sol ya está alto y empieza a fustigarnos. Después nos da referencias precisas con las que Antonio se queda más tranquilo.
Seguimos el ascenso primero por carril y después por una empinada senda hasta llegar al collado de la Buitrera. Continuamos por una cómoda vereda entre pinos donde nos encontramos con un pozo de nieve bastante bien conservado.
Llegamos al poco rato a la cuerda del Maimón. Comienza el tramo más abrupto. Tenemos que sobrepasar varios picos secundarios buscando el mejor paso entre los escarpes rocoso.

En uno de ellos encontramos un Belén con su niño, sus magos, sus camellos...
Pronto alcanzamos el punto geodésico cuyo hito ha sido parcialmente destruido por un rayo.
Meta alcanzada y foto de rigor.
Iniciamos el descenso por la misma senda, dirección Pico de las Iglesias.Junto a sus paredes rocosas totalmente verticales encontramos una barranquera con una gran pendiente. La baja es complicada no solo por la pendiente sino por las piedras sueltas. Pero el descenso es vertiginoso y pronto nos encontramos en el carril del inicio. Pronto decidimos abandonarlo y coger el cauce seco del barranco donde el regreso se hace más divertido. Ranas en las charcas, arenas blandas, rocas modeladas por el agua...
Y fin del trayecto. Las endorfinas a tope. Sólo queda concluir con la cerveza de rigor, lo que haemos en la Venta Vicario, lugar totalmente recomendable.

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