sábado, 26 de marzo de 2011

Faldeo de los Alayos

Crónica del faldeo de los Alayos

Amigos/as de la “verea” al fin se rompió el mal “fario” y dimos cumplida cuenta del faldeo, echamos de menos a cada uno/a de los/as habituales.

Los/as comparecientes/as nos dimos cita de buena mañana y como empieza a ser costumbre en “Regalo, la Zubia”. A las 8:30h como relojes, aparecieron la jovialidad, la sonrisa, los buenos días de pueblo llano, dispuestos a encontrarnos con el aire que baja de las montañas, un barredor de tristezas.

Cafelito breve, Noviembre que espera en la puerta, Juande, Mariló y yo nos vamos contigo, Antonio, déjate el coche te vas con Mesa y la Encarna. A las 9,15 descendíamos por la vereda más próxima al Cortijo Sevilla, camino del río Dilar, mañana fresca pero soleada. Charla animada, bromas, ¿Por qué no ha venido Toñi y, el Isidro, ¿qué sabemos de Jorge y Encarna? mi compadre está “chungo” de la espalda, el Famobil “currando”, el Pepe y la Nani en la degustación de la cosa artística, Pilar Nieto de “boa”.

Descenso cómodo y rápido, la primavera se hace presente, romero en flor, amarillo de las genistas, repentino batir de las alas en el lento inicio del vuelo de una perdiz, fugaz aparición de conejillos y gazapos, y las primeras mariposas.

La verea se pierde en el arenisco piso de la roca que nos sitúa a 10 minutos de la orilla del río, aumenta la humedad y el aire se llena de aromas, tomillos, lavanda… primera variante de la excursión, travesía del río, me descalzo decidido y al agua, fría pero no insoportable. Mariló se calza unas bolsas de rafia, Juande, descalzo, lanza sus zapatillas hasta la otra orilla y aterrizan sin problema, una junto a otra. El resto se calzan las polainas y atraviesan el bajo caudal de la zona por la que estamos pasando, un poquito de agua en el interior y nada más.

Atacamos la subida a los Atalayones, la inclinación es pronunciada y mantenida durante al menos media hora. Ritmo continuo, paraditas para fotos, contemplamos la vertiente del valle del río Dilar en dirección a la Boca de la Pescá.

En una hora hemos recuperado el nivel de partida del aparcamiento del Canal de la Espartera pero en el lado de enfrente, seguimos ascendiendo, no hay quejas sobre la dureza de la marcha, es más ¡no era para tanto! Ahora sí, se abre tras un giro del camino un nuevo valle en el que a nuestros pies queda Rambla Seca y al frente la imponente mole de Picacho Alto y a su izquierda El Corazón de la Sandía.

Continuamos en nivel alto, unos 1500 mts entre pinos y piornos, son casi las 12:00h y busco un viso que nos devuelva al valle del Dilar por donde habremos de regresar, tras un corto repecho hay una pequeña trinchera en la que nos resguardamos del frio viento y avituallamos como bien sabemos hacer los de la verea.

12:20h iniciamos la bajada, ya de nuevo en la vertiente del Dilar. El camino es divertido pues se pierde y requiere sortear a “cascoporro” algún que otro tajo-barranquera.

A lo lejos, intuimos la toma del canal, el bosque de pinos de rivera nos resulta familiar para quienes estuvimos en el Collado del Pino, continuamos el camino ahora en un “sube-baja” para sortear las cabezas de barranco de la margen derecha del Dilar.

13:30h percibimos el rumor del río, mejora el humor del personal, sabemos que ha terminado lo más pesado, en media hora estaremos “chapoteando”. Chistes, ¿te acuerdas del que va a ver al médico y le dice…? Se aligera el paso, la orilla cerca, Juande se adelanta, desaparece.

Mesa, nos hace tomas de video a los que llegamos cantando la cancioncilla de los enanitos de Blancanieves. En el paso del río no está Juande, empezamos la operación cruce, aparece Juande, viene descalzo y nos cuenta como ha perdido una zapatilla “las he lanzado como la vez anterior pero una ha rebotado y se ha ido por el río abajo”

Pretendía adelantarse al otro lado del río para sacarnos fotos ¡qué mala pata! Suerte que al menos llevaba chanclas de repuesto.

14:20h. Emprendemos un camino conocido de todos/as. Verea del Barranco del Buho, ahora el sol “pica”, camisetas, apuramos las cantimploras, crema protectora solar, esperamos encontrarnos con J Mazuecos y Toñi que vienen para compartir el final de la excursión.

Hacia las 15:00h caminamos juntos apostando sobre la hora exacta de llegada al aparcamiento del canal.

15:30h En el restaurante, Los Prados de Cumbres verdes, comentamos entorno a un enorme plato de “migas” y sendas “especiales” las incidencias ¡No era para tanto eso de dificultad media alta!.

Besos y abrazos según corresponda.

Crónica: Gabriel

Fotos: Antonio Domingo

2 comentarios:

  1. Muy buena la cronica. Si señor. Te vas a tener que prodigar más en este bello arte de narrar a los que no han ido y rememorar para los que si estuvimos.

    Felicidades Gabriel.

    Un abrazo. Juande

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  2. Echamos de menos esas fotillos,...que excursión mas rica, besos

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